Recordado por sus interpretaciones en el órgano eléctrico, el músico antioqueño de Titiribí, Antioquia dejo este mundo para compartir su música con un público celestial, este lunes su familia confirmó su muerte, que se presentó debido a un coagulo que se encontraba en su cerebro durante la madrugada del lunes, enfermedad que lo aquejaba hace varios años, se encontraba internado en la fundación Santa Fe, situación por la cual se encontraba radicado en la ciudad de Bogotá.
A sus 85 años el maestro antioqueño ya tenía grabados más de 70 discos en los cuales podíamos encontrar bambucos, pasillos, porros, entre otros.
Sus primeros acercamientos con la música se los brindo su madre, Magdalena González de Llano, que lo introdujo inicialmente en el tiple para luego instruirlo en el piano. Estudió unos semestres de Medicina, carrera que tuvo que abandonar por motivos económicos, tiempo después trabajo como demostrador de instrumentos en «J. Glottmann» un lugar donde se vendían pianos y órganos, este ultimo seria el instrumento que lo cautivaría por las capacidades técnicas que este tenía, así que de manera autodidacta aprendería a interpretarlo, instrumento que se convertiría en una insignia para él.
El maestro Llano tuvo un paso por la radio, específicamente en radio Santa Fe La Voz de Colombia y Nueva Granada además de la televisión en programas como “Embajadores de la música colombiana”, “Al estilo de Jaime Llano”.
Fue un amante de los tangos, la música clásica; era por naturalidad un melómano, que además respetaba y amaba la música colombiana, representó al país y a su música por la mayoría de los cinco continentes. Autor de canciones como “Si te vuelvo a besar”, “Puntillazo”.
Recibió una gran cantidad de reconocimientos a su carrera musical, entre ellos la Cruz de Boyacá, Ciudadano Meritorio del Valle del Cauca y de Santander, Hijo Adoptivo del Socorro, Premio Aplauso, El Hacha de Antioquia. Además de compartir escenario con artistas como Helenita Vargas, Jorge Villamil, Oscar Agudelo entre otros.