La Secretaría de Salud de Cundinamarca recomendó a los miembros del Consejo Seccional de Estupefacientes agilizar el diseño de los programas y proyectos apoyados en evidencia técnica que buscan prevenir y reducir el consumo y la criminalidad relacionados con las drogas, y controlar la oferta de estas sustancias.
De esta manera –asegura la Secretaría- se promocionará la salud, se fortalecerá institucionalmente a los municipios y se generará una respuesta efectiva al fenómeno de las drogas, teniendo en cuenta que en más de 10 municipios del departamento ya se ha perfilado el consumo de sustancias psicoactivas y se han determinado los factores de riesgo y de protección para niños, niñas y adolescentes de 6º a 11º grado.
Dicha recomendación se formuló en el marco del Consejo Seccional de Estupefacientes de Cundinamarca, cumplido en la sala de juntas del despacho del Gobernador y presidido por Mauricio Molina, Director Departamental de Salud Pública, y Jairo Martínez Cruz, Secretario de Gobierno.
En la reunión, que contó con la asesoría y acompañamiento de un delegado de la Dirección de Política de Drogas y Actividades Relacionadas del Ministerio de Justicia y del Derecho, el Director de Orden Público de la Secretaría de Gobierno informó que los consejos de seguridad en los municipios se han ampliado a la comunidad, lo que ha permitido obtener un perfil preliminar de la problemática de drogas en esos territorios para atenderla de primera mano.
En este contexto, cabe recordar que Cundinamarca se encuentra en un proceso de fortalecimiento de los comités de orden público y de los fondos de seguridad territoriales gracias a la asignación de recursos específicos para el desmantelamiento de estructuras delincuenciales dedicadas al negocio criminal de las drogas.
Por su parte, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) solicitó el apoyo del Consejo para generar una estrategia de control de oferta y prevención del consumo de drogas ilícitas en los parques de Neusa, Sopó, El Hato y Juan Pablo II, teniendo en cuenta el aumento del consumo y del denominado ‘turismo de drogas’ en estas áreas protegidas.
Al tiempo, la Secretaría de Educación se ofreció para trabajar estrategias de prevención del consumo de drogas ilícitas y se destacó la labor técnica del Observatorio de Violencias del Departamento, fuente de información para la toma de decisiones y de generación de estrategias de organización, consolidación y análisis.