Con el propósito de abordar cuatro temas coyunturales y con la participación activa de sus miembros, se celebró un Consejo Extraordinario de Gestión del Riesgo.
“El balance es muy positivo porque los miembros son muy acuciosos y tienen una gran disposición para analizar los problemas planteados y aprobar o no los proyectos. En la sesión, por ejemplo, avalamos la construcción de un cortafuego para la serranía del Majuy que nos ayudará a mitigar los efectos de la próxima temporada seca, ya que los incendios forestales nos han afectado fuertemente en los últimos tres años”, dijo Germán Ribero, director de la Unidad Administrativa Especial de Gestión del Riesgo de Cundinamarca (Uaegrd).
Este cortafuego, que tendrá una inversión de $500 millones, contempla la intervención de 500 metros lineales de los 18 kilómetros que tiene el corredor Chía-Cajicá -Tabio. La obra, que iniciará en junio próximo, tendrá una duración de tres meses.
Otro punto de la agenda fue el relanzamiento de la campaña ‘Pongámonos las botas’ que busca prevenir grandes desastres en la temporada de lluvias que está iniciando, mediante la implementación de acciones como la limpieza y mantenimiento de alcantarillas, canales y cunetas, entre otras iniciativas. «Está campaña es muy relevante, porque de su éxito o fracaso dependen vidas humanas. Por eso, invitamos a los municipios que aún no se han vinculado a que lo hagan mediante la implementación de acciones preventivas especiales”, dijo Cesar Carrillo, Secretario de Planeación del departamento.
En relación con esta iniciativa, que ha sido merecedora de varios reconocimientos en el ámbito nacional, la subdirectora de Reducción del Riesgo de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, Grisela Benítez, dijo que es un buen ejemplo de lo que se debe hacer desde un Consejo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres. “Es muy importante que la comunidad se involucre porque el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo es público, privado y comunitario. En la medida en que participemos todos los actores podemos garantizar que va a redundar en el beneficio comunitario, salvaguardando vidas y, por qué no, protegiendo los bienes de la comunidad”, expresó.
Limpiar las canales de aguas lluvias y los sistemas de alcantarillado; recoger las basuras que se encuentran en las laderas; y no arrojar desde los vehículos ningún tipo de desperdicios sólidos o líquidos, son algunas de las medidas mínimas que deben tomar los pobladores en sus casas antes de que inicien las lluvias, porque deben ser ellos los primeros gestores del riesgo.
Por último, el Consejo Extraordinario, en el que participaron de manera virtual 79 alcaldes municipales, fue el escenario preciso para socializar la campaña preventiva que se adelanta en el departamento con la colaboración de la curia, frente a los eventos masivos de Semana Santa y los planes de emergencia que existen para atenderlos.
Fuente: Prensa Gobernación de Cundinamarca.