En estos momentos acudimos a la solidaridad, sensatez y disciplina de los habitantes de Cundinamarca para que en esta Semana Santa nos quedemos en casa y nos contagiemos de fe, oración, espiritualidad y unión en familia.
Con ello se podrá garantizar la salud para todos los ciudadanos en esta pandemia mundial por el covid-19, que hoy nos propone un nuevo desafío como sociedad y a la que tenemos que responder tomando todas las medidas preventivas por el bienestar y salud de cada habitante de la región.
La Semana Mayor esta vez se queda en casa y, por ello, aunque tengamos unos días para teletrabajar, descansar y relajarnos, no hay que olvidarse de continuar con los hábitos ambientales: reducir para emplear solo lo necesario, en especial recursos básicos como el agua o la energía, reutilizar para dar una mayor vida a los productos y reciclar para aprovechar los materiales y cuando salgan de sus hogares en los días autorizados para mercar, solo si es necesario lleve bolsas de tela y rechace las plásticas.
“Un planeta y una Cundinamarca sana empiezan desde la casa, por eso la mejor inversión es sin duda proteger la salud, jugar con los hijos, conversar con ellos y su pareja, propuestas para vivir estos días con respeto y afecto, y allí también podremos tener un espacio para contribuir en un tema muy necesario la educación ambiental, donde debemos tomar las medidas a la diferentes problemáticas ambientales que hay en la actualidad, con el fin de sensibilizarnos y tener hábitos sostenibles con el ánimo de no comprometer las futuras generaciones”, indicó, Nidia Clemencia Riaño, secretaria del Ambiente.
Cuando toda esta pandemia que afecta al mundo pase, propios y visitantes tendrán la oportunidad de recorrer los 116 tesoros por descubrir en Cundinamarca, toda una multiculturalidad del altiplano cundiboyacense, la cultura llanera y cafetera, que permitirá encontrar gran variedad por disfrutar con su seductora combinación de paisajes y ecosistemas en un solo territorio, con pisos térmicos que van desde el páramo de Guacheneque en Villapinzón hasta los valles del río grande de la Magdalena en Girardot, entre otros.
Fuente: Prensa Gobernación de Cundinamarca.