La capital de la República es uno de los lugares que más utiliza agua
Los niveles de los embalses que abastecen a Bogotá y Cundinamarca disminuyen, generando preocupación por un posible desabastecimiento de agua en la región. El más reciente reporte indica que el sistema de Chingaza, crucial para la capital ya que suministra aproximadamente el 70% del agua, ha caído de un 49,03% a un 48,76% de su capacidad.
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Alfred Ballesteros, director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), advirtió sobre las graves consecuencias que esta disminución podría tener en los próximos meses si no se toman medidas inmediatas. Según Ballesteros, la expansión de proyectos de vivienda en Bogotá y los municipios cercanos ha aumentado significativamente la demanda de agua, ejerciendo presión sobre los recursos hídricos disponibles.
El acelerado crecimiento de la población y la urbanización en la Sabana de Bogotá han llevado a que la demanda de agua supere la oferta. Actualmente, más de 1.282 proyectos de vivienda están en desarrollo en Bogotá y sus alrededores, lo que implica un aumento en el consumo de agua y una mayor presión sobre los embalses.
Ballesteros destacó que en los últimos días se ha visto una aceleración en la disminución de los niveles de agua, una tendencia alarmante discutida en mesas técnicas con los alcaldes de la región. Ha instado a las autoridades locales, incluido el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, a tomar medidas concretas.
Para enfrentar esta crisis, se necesitan soluciones estructurales, como la construcción de nuevos embalses y la exploración de fuentes de agua subterránea, lo que requiere inversiones significativas y una planificación adecuada.