Un nuevo caso de deterioro ambiental fue descubierto en Mosquera, Cundinamarca. Un predio con uso exclusivo agrícola se convirtió en un depósito clandestino de escombros, según reveló un operativo de la Corporación Autónoma Regional (CAR). La intervención tuvo lugar en la vía Bogotá – Mosquera, exactamente en la calle 13 con carrera 123, donde las autoridades sorprendieron a una volqueta descargando cerca de 15.6 m³ de residuos de construcción y demolición.
El terreno contaba con un permiso otorgado por la CAR en octubre de 2023 para proyectos de adecuación y restauración de suelos. Sin embargo, solo estaba autorizado para recibir materiales naturales como tierra, arena y arcilla. La inspección, liderada por la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental, evidenció una clara violación de ese permiso.
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Entre los residuos descargados había cemento, ladrillos, cerámica, vidrios, plásticos, llantas, hierro y hasta troncos de madera. Todo esto no solo incumple la normativa, sino que afecta el paisaje, la calidad visual del entorno y la integridad ambiental de la zona.
La CAR actuó de inmediato e impuso la suspensión total de actividades en el predio. Además, anunció que evalúa sanciones económicas y legales contra los responsables. “Este tipo de comportamientos no solo deteriora el medio ambiente, también socava los esfuerzos de planificación ordenada del territorio”, señalaron voceros del organismo.
La comunidad pidió mayor vigilancia sobre los predios rurales del municipio y controles más estrictos para prevenir que este tipo de prácticas se sigan repitiendo. También solicitaron que se investigue si otros terrenos con permisos similares podrían estar cometiendo irregularidades.
Mosquera enfrenta un reto urgente: garantizar que su desarrollo no se dé a costa del ambiente. Este caso encendió las alertas y podría marcar un precedente en el control ambiental del municipio.
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