En Mosquera, Cundinamarca, el alcalde Nelson Parra tomó una decisión ejemplar. Ordenó que un grupo de jóvenes que rayaron locales comerciales limpiara toda la cuadra afectada.
Los implicados fueron sorprendidos haciendo grafitis en muros y puertas. Como castigo, debieron limpiar puertas, vitrinas y fachadas. Todo bajo la supervisión de comerciantes y policías.
“Deben devolverle algo a la comunidad. Hoy lo hacen con trabajo y responsabilidad”, dijo el alcalde. La sanción fue pedagógica, no punitiva.
Muchos vecinos aplaudieron la decisión. Los comerciantes afectados agradecieron la pronta respuesta de la Alcaldía. Consideran que la medida crea conciencia en lugar de solo castigar.
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Los jóvenes usaron esponjas, agua y jabón. El proceso se realizó en presencia de la comunidad, que valoró la acción correctiva.
Este tipo de decisiones busca prevenir el vandalismo. Además, fortalece el sentido de pertenencia y el respeto por el espacio público.
El alcalde Parra reiteró su compromiso con el orden y la convivencia. Prometió mantener vigilancia y control sobre quienes dañen bienes públicos o privados.
Mosquera necesita recuperar sus espacios. Acciones como esta generan impacto positivo. La ciudadanía espera que se repita el ejemplo en futuros casos de desorden.
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