
Las lluvias intensas no cesan en Cundinamarca. Según reportes recientes, las precipitaciones han aumentado en un 50 % en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta situación ha obligado a las autoridades a declarar alerta roja en 19 municipios por riesgo de crecientes súbitas en las cuencas de los ríos Suárez, Humea y Rionegro.
Los municipios más afectados hasta el momento son Villeta, Nimaima, Supatá, La Peña, San Francisco, Útica, La Vega, Caparrapí, Sasaima, Tobia, Guaduas, Pacho, Villagómez, Quebradanegra, Yacopí, Ubaté, Fúquene, Paratebueno y Medina. En estas zonas, el nivel de los ríos continúa en aumento, lo que eleva el riesgo de desbordamientos y emergencias por inundaciones o deslizamientos.
Además, al menos 15 municipios se encuentran en alerta naranja por la posibilidad de crecientes moderadas en los ríos Magdalena, Sumapaz, Opía, Río Seco, Río Negro, Guavio y Quebrada Blanca. Entre los municipios bajo esta alerta se encuentran Cabrera, Ricaurte, Pandi, Arbeláez, Silvania, Nilo, Nariño, Jerusalén, San Juan de Rioseco, Puerto Salgar, Quetame, Guayabetal y Gachetá.
La Gobernación de Cundinamarca, a través de la Unidad Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres, mantiene activas las labores de respuesta junto a EPC y el ICCU, en coordinación directa con los alcaldes y comités municipales de gestión del riesgo.
Debido a la magnitud de la emergencia, se activó el mecanismo de calamidad pública, con el fin de solicitar apoyo adicional a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD). Las autoridades mantienen un monitoreo permanente y piden a la ciudadanía seguir las recomendaciones oficiales para reducir riesgos y proteger vidas.