
Tobia, un corregimiento del municipio de Nimaima, vive un momento de auge como uno de los destinos más importantes para el turismo de aventura en Cundinamarca. Rodeado de imponentes montañas, ríos caudalosos y cascadas cristalinas, este lugar se ha ganado un espacio en la agenda de viajeros que buscan experiencias cargadas de adrenalina.
Cada fin de semana, decenas de turistas llegan para lanzarse a las aguas del río Negro en recorridos de rafting que pueden durar entre una y tres horas. Los guías locales lideran grupos que se enfrentan a rápidos de distintas categorías, lo que permite que tanto principiantes como expertos vivan la experiencia con intensidad y seguridad. Además, la oferta incluye canopy a más de 100 metros de altura, cruzando sobre la densa vegetación que cubre el cañón.
El torrentismo también atrae a quienes quieren sentir la fuerza del agua en su cuerpo. Las cascadas de Tobia, algunas con más de 20 metros de caída, permiten descender con cuerdas mientras se disfruta del paisaje y del contacto directo con la naturaleza.
En los últimos meses, empresarios y operadores turísticos reportan un crecimiento del 30% en la llegada de visitantes. Muchos de ellos provienen de Bogotá y municipios cercanos, aunque cada vez más turistas de otras regiones de Colombia incluyen a Tobia en sus itinerarios.
Las autoridades locales trabajan en proyectos para mejorar los accesos viales y garantizar la sostenibilidad de las actividades. El objetivo consiste en ofrecer experiencias seguras, respetuosas con el medio ambiente y capaces de generar ingresos para la comunidad. Tobia no solo ofrece aventura, también brinda gastronomía típica y hospedajes rústicos que completan la experiencia. Quien lo visita no solo busca deporte extremo, sino también la conexión auténtica con un paisaje que combina emoción y belleza natural.