La paciencia de los vecinos de Funza llegó al límite. En el sector del conjunto residencial Los Pinos, habitantes denuncian que motociclistas se toman la vía en horas de la noche y la madrugada para realizar carreras ilegales.
Según relatan, la situación se ha convertido en una rutina peligrosa y molesta: decenas de motos llegan, aceleran a fondo y compiten frente a las viviendas, generando un ruido insoportable que rompe la tranquilidad de la comunidad. “Aquí no se puede dormir, cada noche es lo mismo. Ya estamos cansados”, aseguró una vecina que pidió mayor presencia de la Policía.
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Además del ruido, el temor por un accidente mantiene en alerta a los residentes. La vía no está diseñada para este tipo de prácticas, y un choque podría poner en riesgo no solo a los motociclistas, sino también a transeúntes y familias del sector.
Las quejas ya llegaron a las autoridades locales. Los habitantes exigen controles más estrictos y retenes que frenen esta práctica, que además de ilegal, amenaza la seguridad vial. Piden también campañas pedagógicas que desincentiven los llamados “piques”, los cuales se han vuelto frecuentes en varios municipios de la Sabana de Occidente.
Este tipo de denuncias reflejan un problema recurrente en Cundinamarca: el uso de calles residenciales como pistas improvisadas, donde la velocidad y la imprudencia terminan alterando la convivencia. En Funza, la comunidad espera respuestas rápidas que garanticen su derecho a vivir en paz.
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