
El caos para sacar pasaporte en Colombia no da tregua. Cientos de ciudadanos siguen madrugando a diario a los puntos de atención y refrescando la página web sin éxito, mientras el sistema de citas opera a máxima capacidad. Ante la presión, la saliente canciller Laura Sarabia salió a dar la cara y pidió mesura.
“En Bogotá se están entregando 4.600 citas diarias. El sistema no ha colapsado, pero sí está saturado. Pedimos que quienes no viajan pronto se abstengan de agendar para que otros puedan hacerlo con urgencia”, declaró Sarabia, quien seguirá al frente del ministerio hasta que el presidente Petro nombre reemplazo.
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La funcionaria, una de las más poderosas del actual gobierno, renunció tras el nuevo revolcón en el contrato de pasaportes. Petro ordenó que no se renovara el acuerdo con Thomas Greg & Sons, pese a las advertencias sobre la falta de capacidad técnica de la Imprenta Nacional para asumir la producción. La crisis por ese contrato ya había tumbado al excanciller Álvaro Leyva y ahora también se llevó a Sarabia.
El manejo del tema quedó en manos de Alfredo Saade, jefe de Despacho presidencial, mientras la Cancillería confirmó que firmará en septiembre un contrato con la Casa de la Moneda de Portugal. El acuerdo daría 35 semanas para alistar la operación internacional y sortear el lío de impresión local.
Mientras tanto, crece la molestia ciudadana por las largas filas y la falta de citas. El gobierno intenta apagar el incendio con comunicados y promesas, pero la incertidumbre no baja. Lo único claro es que los pasaportes, por ahora, se volvieron el nuevo dolor de cabeza nacional.
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