Los técnicos identificaron prácticas ambientales inadecuadas, pese a que ya existían medidas impuestas previamente
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ordenó la suspensión inmediata de las actividades de una porcícola en la vereda Los Limoncitos, municipio de Ricaurte. La decisión responde a la posible afectación del suelo por el mal manejo de residuos sólidos y líquidos generados en la cría y sacrificio de cerdos.
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La comunidad local, afectada por los malos olores, la proliferación de vectores y el deterioro visual del entorno, presentó una queja formal ante la CAR. Este llamado ciudadano resultó clave para frenar las actividades que, según los residentes, impactaban negativamente su calidad de vida.
Camila Velásquez, directora regional Alto Magdalena de la CAR, destacó la importancia del trabajo conjunto con las comunidades. “Su vigilancia constante es fundamental para que entre todos podamos proteger y defender nuestros recursos”, afirmó al agradecer a los denunciantes.
La CAR recordó la importancia de buscar asesoría técnica para cumplir con las normas ambientales. La entidad instó a los ciudadanos a reportar actividades que afecten los recursos naturales, enfatizando su compromiso con la protección ambiental y el bienestar colectivo.
Este caso resalta la relevancia de la CAR en la participación ciudadana en la gestión ambiental de Ricaurte, Cundinamarca por este tema de la porcícola.
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