El pasado domingo ocurrió un grave accidente en la vía Funza – Siberia, frente a la empresa Kimera. Un conductor, presuntamente en estado de embriaguez, perdió el control y chocó varios vehículos. En el lugar se encontraban jóvenes del municipio, quienes resultaron gravemente heridos.
Testigos afirmaron que el hombre conducía sin precaución. Los afectados sufrieron fracturas y heridas de consideración. Requirieron cirugías de urgencia. Familiares denunciaron que la prueba de alcoholemia se realizó cinco horas después del ingreso del conductor al hospital.
Lo más alarmante ocurrió tras el accidente. El conductor abandonó el centro médico acompañado por otro abogado. Según testigos, esta persona sacó un arma para intimidar a quienes intentaron grabar o reclamar. Nadie intervino. No hubo presencia policial activa en el momento. La comunidad quedó en shock.
Los familiares exigen justicia. No quieren que este caso se archive ni quede en el olvido. “Nuestros hijos casi mueren y nadie responde”, dijo uno de los padres. Otros vecinos afirmaron que la vía necesita controles más estrictos. No es la primera vez que ocurren accidentes similares.
Las autoridades de tránsito investigan los hechos. Aún no se han revelado resultados oficiales de las pruebas de alcoholemia. La ciudadanía teme que el caso termine impune por influencia de abogados y vacíos en el procedimiento.
Las víctimas siguen hospitalizadas. Requieren rehabilitación y apoyo psicológico. Los padres no descansan. Quieren sanción ejemplar. Piden que se revise el actuar de la clínica y de los agentes responsables.
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El hecho dejó una herida abierta en Funza. Las instituciones tienen la obligación de actuar. Los responsables deben responder por los daños. La justicia no puede seguir fallando. Y la impunidad no puede ser la regla.
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