Los pasajeros que se movilizan entre Bogotá y Mosquera denuncian una nueva modalidad de robo que ya genera temor en cada recorrido. El punto crítico, según los afectados, se ubica en la zona conocida como “la Y de Fontibón”, donde delincuentes se suben a los buses, arrebatan celulares y escapan corriendo.
El último caso ocurrió esta semana. Dos hombres abordaron una buseta que cubría la ruta Bogotá–Mosquera. Nadie sospechó nada hasta que, en plena parada, se levantaron de golpe, arrancaron varios teléfonos de las manos de los pasajeros y saltaron del bus sin dejar rastro.
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A diferencia de otros hechos violentos registrados en esa misma zona, en esta ocasión los ladrones no usaron armas, lo que, según las víctimas, dificulta que las autoridades los judicialicen por robo agravado. “Lo hacen así porque saben que no los castigan igual. Ya no usan pistola, pero igual se llevan todo”, relató uno de los pasajeros.
El sector se ha convertido en un punto crítico. Está mal iluminado, tiene poca vigilancia y las rutas intermunicipales paran con frecuencia, lo que deja a los usuarios expuestos. La mayoría de las víctimas son residentes de Funza, Mosquera y Madrid, que viajan a diario hacia Bogotá por estudio o trabajo.
Los ciudadanos piden acciones urgentes a la Alcaldía de Bogotá y a la Secretaría de Seguridad. Reclaman más presencia policial y controles sorpresivos en buses, especialmente en zonas como Fontibón, donde el delito se camufla entre la rutina.
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