A menos de una hora de Bogotá, en el apacible municipio de Tabio, se levanta la majestuosa Peña de Juaica, un cerro cargado de historia, espiritualidad y misterio. Este imponente macizo rocoso, conocido también como el “Cerro de los Dioses”, ha sido considerado durante siglos un sitio sagrado para las comunidades muiscas, quienes lo veían como un lugar de conexión con sus ancestros y con las fuerzas de la naturaleza.
Hoy, la Peña de Juaica es un destino imperdible para los amantes del senderismo, la fotografía y la meditación. Su ascenso ofrece una caminata de dificultad media que atraviesa bosques nativos, quebradas y miradores naturales desde los cuales se puede contemplar el valle de Tabio y parte de la sabana de Bogotá. En la cima, los visitantes suelen participar en rituales de agradecimiento, observaciones astronómicas y actividades de bienestar espiritual.
Además de su valor místico, Juaica es un espacio de conservación natural que alberga una gran diversidad de aves y especies nativas. Las autoridades locales promueven un turismo responsable, invitando a los visitantes a cuidar el entorno y respetar la tranquilidad del lugar.
Visitar la Peña de Juaica es más que un paseo: es una experiencia de introspección, naturaleza y energía ancestral que conecta a cada visitante con lo más profundo de Cundinamarca.
