Hace un par de días, y a propósito del Día Mundial sin Tabaco, la Secretaría de Salud de Chía, dirigida por María Cristina Barbosa, lideró en el auditorio del SENA una jornada que incluyó un conversatorio con jóvenes, una sesión de actividad física y un gran reto que consistía en que todos los consumidores de tabaco presentes dejaran de fumar por 48 horas.
En ese sentido, los profesionales de dicha Secretaría establecieron algunas de las razones más contundentes e interesantes para dejar de fumar:
1. Los fumadores tradicionales tienen una alta probabilidad de que sus hijos sufran de enfermedades respiratorias.
Según Doris Guatáme, referente de la Secretaría de salud para el programa de estilos de vida saludable, hay un porcentaje muy alto de probabilidad de que los hijos de consumidores de tabaco padezcan enfermedades como el asma. “Es difícil establecer el porcentaje exacto, pero hay una patología que desarrollan los fumadores y que puede transmitirse al momento de nacer y aunque las enfermedades tales como la bronquitis y el asma probablemente no se desarrollen en la infancia de los hijos, sí en el proceso de crecimiento del niño o joven”, señaló la profesional.
2. Daños irreversibles en la piel.
En muchos casos, el consumo de tabaco no se refleja sino hasta edades adultas y, aunque pueden ser muchas las razones para que esto no ocurra, sí es cierto que a medida que va pasando el tiempo cada cigarrillo se convierte en una mancha o arruga en la piel como también se aumenta la probabilidad de padecer cancer de piel.
La profesional Clara Cortés recomienda que aunque sea muy difícil dejar este hábito, un buen comienzo es apartarse del cigarrillo justo en aquellos momentos en que el cuerpo no lo pide y no se hace simplemente por ‘matar el tiempo’. “Un ejemplo muy claro es aquel consumidor que no puede dejar de fumar después del almuerzo, pero además fuma en la tarde por simple ‘desparche’. Es ahí donde la voluntad debe ganar para que se pueda ir dejando de fumar”, recomienda la experta.
3. El cigarrillo ocasiona que el cuerpo sea cada vez más alcalino, lo que lo hace más vulnerable a cualquier tipo de cáncer.
Para Dennys Dupotey, referente de la Gobernación de Cundinamarca en hábitos de vida saludable, el cigarrillo -dados componentes como la nicotina- aumenta la alcalinidad y acidez en el cuerpo facilitando la aparición de cáncer.
Para Dupotey es importante que además de la decisión de dejar de fumar, se adopten también jornadas de esfuerzo físico como herramienta para lograrlo.
“Podemos empezar saltando. Es increíble que con tan solo con unos saltos que demos en la oficina, en la calle o en la universidad logramos sentir como el cuerpo cambia o despierta su sistema inmunológico. Saltar puede ser tan solo el inicio”, recomendó el experto.
La actividad en el auditorio terminó con una clase de rumba en la que participaron aproximadamente 60 personas en su mayoría jóvenes fumadores.
- Advertisement -