Tras una inspección por los sectores de El Roble y El Peñón, y en las aguas de la laguna de Fúquene, profesionales de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca – CAR confirmaron que el día miércoles 14 de noviembre se presentaron concentraciones o bancos de guapucha y otras especies de peces, que fueron atrapados por habitantes de la región para secarlos al sol, y luego ser consumidos como un plato típico que tradicionalmente se prepara en esta zona del país, actividad que de ningún modo está relacionada con la operación, montaje y puesta en marcha de la maquinaria dispuesta por la Corporación para las labores de recuperación de la laguna, por lo que se desvirtúa una emergencia ambiental.
“Apenas recibimos la información, el equipo interdisciplinario que está al frente de las obras de adecuación hidráulica de la laguna de Fúquene, prendió el plan de contingencia y revisó en las zonas cercanas donde se hace la intervención de recuperación. Se observan peces muertos, pero no tiene que ver con una tragedia ambiental, es el curso natural de estas especies, que son pescadas para el consumo”, indicó Yuber Cárdenas Director Regional de la CAR en Ubaté.
A su turno, el ingeniero Camilo Zambrano, director operativo de Gestión del Ordenamiento Ambiental y Territorial de la CAR, señaló que “las máquinas que operan en la laguna son equipos de última tecnología, diseñados para trabajar en cuerpos hídricos con todos los controles de rigor, especiales para el manejo de combustibles, lubricantes y todas las sustancias que pudieran llegar a resultar nocivas dentro del ecosistema, por lo que se descarta que por la operación de estas se presente alguna afectación a la fauna”.
La CAR además envió un equipo adicional de profesionales del Laboratorio Ambiental para tomar pruebas del agua de la laguna y de los peces, para así determinar los niveles actuales de calidad y oxigenación.
También se consultó a un pescador de la región, quien resaltó esta costumbre ancestral: “Nuestros papás nos criaron con guapucha y maíz, la fritaban y nos la echaban para las onces, porque en ese tiempo estudiábamos 12 horas. Se saca la guapucha y se asolea bien hasta que quede seca. Se pone en la paila, luego se frita el maíz y se revuelve y listo”, dijo Eduardo Castiblanco Rodríguez, pescador.
Es importante resaltar que la recuperación del complejo lagunar de Fúquene, Cucunubá y Palacios, es uno de los trabajos priorizados por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, y todas las labores que se desarrollan en la zona, junto con la puesta en marcha de la maquinaria, servirá para mejorar la calidad del agua y optimar la capacidad hidráulica de la laguna, una de las más importantes de la región Alto Andina.