La genta está intentando no usar sus dispositivos en público por miedo a ser víctimas
Los robos de celulares sigue siendo una de las mayores preocupaciones en Cundinamarca, con un incremento significativo de casos que afecta tanto a las autoridades como a los ciudadanos. Este delito, que se ha convertido en un reto para la Policía, genera temor entre las personas.
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Uno de los factores que agrava esta problemática son las leyes colombianas, que dificultan el encarcelamiento de los delincuentes reincidentes. Esto permite que muchos ladrones sigan operando con impunidad, perpetuando el ciclo delictivo.
Recientemente, en Subachoque (Cundinamarca), una cámara de seguridad registró un caso indignante, puesto una mujer utilizó a una menor para robar un celular en un local comercial. Mientras la adulta distraía a la vendedora con preguntas, la niña, siguiendo la coartada, tomó el dispositivo de una vitrina y lo escondió rápidamente en su chaqueta.
Estos robos en Cundinamarca por lo general tardan menos de 20 segundos, evidenciando una preocupante tendencia. Algunos padres están involucrando a menores en actividades delictivas, desarrollando habilidades ilícitas desde temprana edad.
Por otra parte, en Bogotá, las estadísticas son alarmantes. En el primer trimestre de 2024, se reportaron más de 10.020 denuncias de robo de celulares. Usaquén, Kennedy, Suba y Barrios Unidos son las localidades más afectadas, aunque al menos 28.000 dispositivos han sido recuperados en los últimos años.
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