Muchas dudas e interrogantes dejó en los facatativeños la presentación sobre el estado actual del proyecto Aeropuerto El Dorado II que hizo la ANI en Facatativá.
Cerca de 200 asistentes al acto formularon sus inquietudes frente al nuevo aeropuerto, sobre el impacto del ruido generado por los aviones, acerca del manejo al uso de suelos, especialmente a aquellos dirigidos a ser suelo inundable, y sobre la desviación proyectada al cauce de los ríos Subachoque y Botello.
Según los representantes de la firma que trabaja en el proyecto, el estudio de impacto ambiental contempló los cuerpos de agua, flora y fauna, el uso de suelos y los estudios socioeconómicos en el área a ser intervenida, que comprende 717 hectáreas de la zona rural de Madrid y 3 hectáreas de la Vereda Moyano en Facatativá.
La sesión sirvió como primer gran acercamiento de la ANI con la comunidad frente a la construcción de una obra que promete revolucionar el desarrollo de la Sabana.
La proyección de los consultores indica que El Dorado II generará un empleo directo por cada mil pasajeros, y en su primera etapa, que debe comenzar a operar en 2023, va a movilizar a 7 millones de pasajeros cada año, es decir, va a crear cerca de 7 mil empleos de toda clase.