Luego de que fuera avistado el accidente del avión Grand Caravan del Ejército Nacional este 1 de mayo en el cerro Manjui, jurisdicción de Zipacón (Cundinamarca), hombres del Comando Aéreo de Mantenimiento -CAMAN- de la Fuerza Aérea Colombiana destacados en el puesto especial de seguridad en dicho cerro donde se presentó la emergencia, reaccionaron de inmediato desplazándose hasta el lugar de los hechos.
La aeronave sobrevolaba el sector donde se ubica una importante infraestructura de comunicaciones cuya custodia es responsabilidad de CAMAN, enfrentando una espesa bruma presente en ese momento y que generó un estruendo que permitió divisar el choque de uno de sus planos contra una antena, precipitándose de inmediato a tierra y cayendo aproximadamente a 400 metros del puesto de mando, lo que permitió la reacción inmediata de los integrantes de la Fuerza Aérea Colombiana.
A su llegada al sitio de la tragedia, 18 hombres al mando de un oficial orgánico de la Base Aérea de Madrid, infortunadamente encontraron el fuselaje y cuatro cuerpos debajo de él en un lugar cuyo terreno es inestable, con una pendiente pronunciada y alto riesgo de deslizamiento, por lo que debieron tomar las medidas de seguridad pertinentes para acceder a los restos de la aeronave.
Durante la operación de rescate en la que participaron el Ejército, la Policia Nacional y organismos de emergencia como los bomberos y la Defensa Civil, no se pudieron extraer las cuerpos de las víctimas, por lo que sobre las 8:30 p.m. se decidió suspender las tareas de socorro, dadas las condiciones a las que se enfrentaban quienes adelantan las labores de rescate, posponiendo hasta las 5:00 a.m. la decisión de continuar con las labores.
Por el momento el resto de la tripulación no fue encontrada debido a la complejidad del terreno, pero se espera que las autoridades logren la ubicación del resto de quienes se encontraban a bordo del EJC 1130 a primeras horas de hoy martes.