Todo se estaba dando en ciertos lugares rurales de la región.
En las últimas horas, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) anunció la suspensión de actividades de explotación de minería ilegal en un predio ubicado en zona rural del municipio de Jerusalén, en el suroccidente del departamento. Esta acción también incluyó la aplicación de medidas preventivas contra los responsables de estas acciones.
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El operativo de verificación, liderado por la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental (UIGA), se llevó a cabo en el sector conocido como Argelia, en la vereda La Libertad. Durante la inspección, se encontraron materiales como arena y grava, además de tres retroexcavadoras y tres orugas utilizadas sin licencia para la extracción y carga de arena. Sin embargo, no se decomisó la maquinaria al no hallarse en flagrancia.
Tras las inspecciones de la Dirección Regional del Alto Magdalena, la CAR confirmó que las actividades mineras ilegales habían causado múltiples afectaciones ambientales, especialmente relacionadas con el ciclo y la producción de agua. La directora de la CAR Alto Magdalena, Camila Velásquez, hizo un llamado a los operarios para que tramiten los permisos correspondientes ante la autoridad ambiental.
La entidad recordó que las actividades ilegales de extracción minera generan consecuencias graves, incluyendo la contaminación de fuentes hídricas, la destrucción de hábitats de fauna y flora, y la erosión de suelos. Estas afectaciones no solo perjudican el medio ambiente, sino también a las comunidades locales que dependen de estos recursos naturales.
Finalmente, la CAR enfatizó que toda actividad minera debe contar con los permisos exigidos por la ley. Cualquier operación que no cumpla con la normativa será susceptible de sanciones y multas.