El gobernador Nicolás García; el arzobispo de Bogotá, Luis José Rueda; y los obispos que representan y presiden las diócesis con jurisdicción en el departamento decidieron, de manera unánime, que durante la semana comprendida entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección no se realizarán celebraciones en las vías públicas ni procesiones, aunque si se fortalecerán actividades en los templos con horarios ampliados, respetando los protocolos de bioseguridad y se promoverá la virtualidad.
García Bustos agregó que la Semana Santa contribuye a fortalecer la tradición, promover la espiritualidad y mejorar los índices de salud mental, que tanto bien les hace a los fieles. Y, además, expresó todo su respeto hacia las manifestaciones religiosas y su compromiso de acompañarlas.
Fuente: Prensa Gobernación de Cundinamarca