
Suesca, un municipio ubicado a menos de una hora de Bogotá, continúa posicionándose como el epicentro de la escalada en roca en Colombia. Sus paredes naturales, formadas hace millones de años y con alturas que superan los 100 metros, atraen a escaladores de todo el mundo. Los visitantes encuentran rutas para todos los niveles, desde principiantes que quieren vivir su primera experiencia hasta deportistas profesionales que buscan retos técnicos de alta dificultad.
Los instructores locales ofrecen clases personalizadas, alquiler de equipos y recorridos guiados que incluyen datos sobre la geología y la historia del lugar. Además, el entorno natural invita a practicar ciclomontañismo por senderos que atraviesan bosques, praderas y miradores. Muchos ciclistas combinan su entrenamiento con escalada o caminatas ecológicas, creando itinerarios llenos de actividad física y contacto con la naturaleza.
Durante el último año, la llegada de escaladores extranjeros aumentó un 15%, según datos de la Secretaría de Turismo municipal. Visitantes provenientes de países como Estados Unidos, Francia y Brasil han elegido Suesca no solo por su calidad como zona de escalada, sino también por la cercanía a Bogotá y la variedad de servicios disponibles.
La comunidad local participa activamente en el desarrollo del turismo. Hostales, restaurantes y tiendas de artesanías trabajan de la mano con los guías para ofrecer una experiencia completa. Además, iniciativas ambientales promueven la conservación de la roca y los senderos, asegurando que las futuras generaciones puedan disfrutar de este patrimonio natural.
Suesca no es solo un lugar para practicar deportes extremos. Es un espacio donde la cultura, la historia y la naturaleza se mezclan para crear una experiencia única. Quien llega, se encuentra con un ambiente acogedor, paisajes espectaculares y un sinfín de oportunidades para desafiar sus propios límites.