La tranquilidad del sector Novaterra, en Mosquera, se vio alterada el pasado martes 14 de mayo. Tres menores de edad fueron sorprendidos en medio de un presunto robo, al parecer contra una mujer. El hecho generó indignación entre vecinos y padres de familia.
Uno de los menores portaba aún el uniforme de su colegio. Esta imagen causó rechazo y encendió las alarmas sobre el rol de las familias y las instituciones educativas en la formación de los jóvenes. La comunidad expresó su preocupación por la creciente participación de menores en actos delictivos.
El caso se conoció gracias a la rápida intervención de varios testigos, quienes alertaron a las autoridades. La Policía tomó el control de la situación e inició las investigaciones correspondientes para determinar la responsabilidad de los menores.
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El hecho ha abierto un debate local. Muchos habitantes exigen un mayor acompañamiento de los padres y piden programas de prevención por parte de la administración municipal. También solicitan campañas que fortalezcan los valores, el respeto por la vida y la sana convivencia.
Este caso refleja una realidad preocupante. La participación de menores en robos, peleas callejeras y actos de vandalismo se ha vuelto más frecuente. Por ello, las autoridades deben reforzar los controles en zonas escolares y espacios públicos.
La comunidad de Mosquera hace un llamado urgente. Es necesario actuar desde casa, la escuela y el gobierno local. La niñez y adolescencia necesitan orientación, oportunidades y límites claros. Evitar que más jóvenes terminen en el camino de la delincuencia es responsabilidad de todos. El futuro del municipio se construye con valores, diálogo y acciones firmes.
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