La inseguridad en las vías intermunicipales volvió a encender las alarmas tras un nuevo hecho ocurrido la madrugada del 18 de noviembre, cuando una buseta que cubría la ruta entre Bogotá y Facatativá sufrió un asalto a manos de varios delincuentes armados. El ataque dejó a todos los pasajeros sin sus pertenencias y con un profundo miedo por la forma en que los agresores actuaron.
El robo ocurrió en las primeras horas del día. Los ocupantes del vehículo iniciaban sus actividades laborales o regresaban a sus hogares cuando un grupo de hombres armados interceptó la buseta. Los criminales ingresaron al automotor y de inmediato intimidaron a los viajeros. Algunos portaban armas de fuego y otros cargaban armas cortopunzantes, lo que aumentó el pánico dentro del transporte.
Los pasajeros entregaron sus pertenencias sin oponer resistencia. Los delincuentes reunieron dinero, teléfonos celulares, documentos, billeteras y cualquier objeto de valor que encontraban entre los usuarios. Aunque ninguno de los afectados resultó herido de gravedad, todos manifestaron un fuerte estado de shock y angustia por la rapidez y la agresividad del ataque.
Las víctimas y la comunidad que usa esta ruta con frecuencia exigieron una respuesta inmediata de las autoridades distritales y departamentales. Muchos viajeros señalaron que los tramos más solitarios de la carretera siguen registrando un alto nivel de riesgo, especialmente durante la madrugada, cuando la presencia de patrullas policiales disminuye.
Los usuarios solicitan un aumento de los operativos de control, más acompañamiento de la fuerza pública y una estrategia que convierta esta vía en un corredor seguro. La comunidad teme que hechos similares se repitan y afecten a más trabajadores que dependen del transporte intermunicipal para movilizarse cada día.
