
En la mañana de hoy, varios ciudadanos de Soacha fueron testigos de una escena tan absurda como cotidiana: un grupo de colados formó una fila perfectamente organizada… ¡para colarse! Sí, leyó bien. Nada de desorden ni empujones, estos artistas del ingreso gratuito al TransMilenio decidieron darle un toque de «cultura ciudadana» a su infracción.
La Policía Metropolitana de Soacha, que no se deja coger fuera de base, llegó a diferentes estaciones del sistema de transporte para realizar operativos de control. Mientras los agentes ubicaban puntos estratégicos, notaron algo inusual: una larga fila de personas, pero no para recargar la tarjeta, ni para abordar legalmente. No. Esta fila apuntaba directo a una rendija entre la baranda y el muro… la puerta trasera del «descuento 100% ilegal».
“Esto ya parece servicio VIP del colado. Solo les faltó poner numerito de turno y música ambiental”, comentó entre risas uno de los uniformados mientras acompañaba los controles.
Los operativos buscan frenar la creciente ola de evasores que ingresan sin pagar al sistema, afectando las finanzas del transporte y la calidad del servicio. Sin embargo, algunos colados, lejos de sentir vergüenza, charlaban tranquilamente entre ellos mientras esperaban su turno “de entrada libre”.
Los usuarios que sí pagan su pasaje a diario celebraron la presencia de la policía, aunque no faltó quien dijera: “¡Al menos que los colados respeten la fila, porque uno lleva aquí 10 minutos para entrar legal y ellos se meten rapidito por la rendija!”
La jornada deja una clara lección: en Soacha, hasta para colarse hay protocolo… pero la Policía ya les puso el ojo. Y esta vez, ni con fila se salva el que quiera entrar sin pagar.