Estas familias desde hace 21 años vienen intentando legalizar sus viviendas y no lo han logrado aunque radicaron en varias oportunidades documentos para solicitar el licenciamiento.
En horas de la mañana del pasado jueves 31 de marzo, las autoridades iniciaron la toma del predio conocido como Ciudad Jardín en Zipaquirá, Cundinamarca, por una orden de desalojo expedida por el Juzgado Tercero Civil Municipal de Zipaquirá.
De acuerdo con Johanna López Saavedra, representante legal de Ciudad Jardín Zipaquirá, lo que ocurre es que esas familias compraron los terrenos a un urbanizador pirata que llegó, en 1992, prometiendo soluciones de vivienda. No obstante, esos terrenos pertenecían, en realidad, a un privado.
Cabe resaltar que los representantes de las familias de la Asociación Pro-Vivienda Ciudad Jardín, construyeron sus casas de habitación en el predio del barrio El Prado conocido como lote de las Algarra Navas, convencidos de que se vinculaban a un proyecto de urbanismo con todos los requisitos legales y que en la ciudad se recuerda asociado al nombre de Mariano Enrique Porras.
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No obstante, estas familias desde hace 21 años vienen intentando legalizar sus viviendas y no lo han logrado aunque radicaron en varias oportunidades documentos para solicitar el licenciamiento.
“Reclamamos el derecho a la vivienda, derecho a la posesión, la legalización de construcciones. No somos invasores”, dijo Dagoberto Moriano, uno de los representantes de estas familias que expuso su situación en el Concejo Municipal.
La representante legal de Ciudad Jardín, en su pronunciamiento en la sesión del Concejo, señaló: Somos 13 familias que estamos viviendo en nuestras casas en este terreno. Llevamos 21 años luchando por estos terrenos. «No somos terceros indeterminados». y agrego que están dispuestos a entregar el terreno de manera pacífica, pero esperan un diálogo con las autoridades para llegar a un acuerdo: «radicamos ante la oficina del alcalde hace 6 meses un proyecto de acuerdo en el que solicitamos se declare de utilidad pública el terreno que ocupamos para la legalización de un asentamiento humano ilegal consolidado, para posteriormente hacer la compra del terreno y así nosotros no lo perderíamos todo».
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