Cundinamarca no es solo páramo y neblina, también tiene destinos ideales para quienes buscan sol, calor y descanso a pocas horas de Bogotá. Agua de Dios, Villeta y Anapoima se consolidan como tres paradas obligadas para disfrutar de clima cálido, naturaleza y turismo tranquilo.

Agua de Dios: descanso e historia a la orilla del río Bogotá
Ubicado a unos 104 kilómetros de la capital, en la provincia del Alto Magdalena, Agua de Dios ofrece temperaturas altas, paisaje tropical y un ambiente pensado para el descanso. Su historia ligada a la salud y la recuperación lo convierte en un destino diferente: el Parque de los Leprosos revive la memoria del municipio y el Balneario Agua de Dios, con sus aguas termales, es plan fijo para quienes buscan relajarse. Caminos ecológicos y zonas verdes completan la experiencia.
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Villeta: la ciudad dulce de Colombia
A solo 91 kilómetros de Bogotá, Villeta es reconocida como la capital panelera y la ciudad dulce de Colombia. Su clima cálido acompaña atractivos como la cascada El Salto de los Micos, ideal para caminatas y ecoturismo. Otro sitio obligado es la Bocatoma de Bagazal, con sus caídas de agua artificial y el tradicional paseo de olla. Allí, incluso se puede vivir la experiencia de recorrer la antigua línea férrea en carros de balineras construidos por la comunidad.
Anapoima: sol, naturaleza y tradición
En la provincia del Tequendama, a unos 87 kilómetros de Bogotá, Anapoima combina clima cálido, historia y paisaje. Sus 700 metros sobre el nivel del mar garantizan días soleados casi todo el año. Entre sus atractivos está el Camino Real de las Delicias, ruta histórica de caminata entre flora y fauna local, y la quebrada La Campuna, usada por bañistas que aprovechan sus aguas limpias para pasar el día.
Tres municipios, tres estilos de viaje, un mismo plan: escapar del frío y disfrutar del calor cundinamarqués sin ir demasiado lejos.
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