Real Cundinamarca se alista para un cambio histórico en su proyecto deportivo: el equipo disputará el Torneo BetPlay 2026 con sede en Mosquera, Cundinamarca, y no en Bogotá, como lo hacía habitualmente. La decisión marca un antes y un después para el club y para la afición de la Sabana de Occidente, que ahora tendrá fútbol profesional mucho más cerca de casa.
La dirigencia del club apostó por arraigar su identidad en el territorio cundinamarqués. Mosquera, que en los últimos años creció en población, infraestructura y proyección deportiva, se convierte en el nuevo hogar del equipo, lo que también fortalece la idea de que Cundinamarca ya no solo mira el fútbol desde las graderías de El Campín o Techo, sino que empieza a escribir su propia historia.
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El traslado de la localía también abre oportunidades para los hinchas de municipios vecinos como Funza, Madrid y Facatativá, que ahora podrán acompañar al equipo con desplazamientos más cortos y económicos. Muchos aficionados que seguían al club a la distancia podrán vivir la fiesta del Torneo BetPlay en un escenario mucho más cercano.
Que hace este municipio
Mosquera, por su parte, gana protagonismo en el mapa del fútbol profesional colombiano. El municipio viene impulsando obras, mejorando su infraestructura vial y deportiva, y este anuncio se suma a esa ruta de crecimiento. Comercios locales, transporte y servicios también se beneficiarán con la llegada de hinchas, medios y delegaciones de otros equipos.
Real Cundinamarca afrontará este nuevo ciclo con la responsabilidad de representar a todo un departamento que sueña con verlo en la primera división. La Sabana de Occidente deja de ser solo tierra de entrenamientos y se convierte en casa oficial de un club profesional. Ahora, el reto se traslada a la cancha: hacer que Mosquera se convierta en una plaza difícil y en una fiesta permanente para el fútbol de Cundinamarca.
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