A solo hora y media de Bogotá, por la vía hacia la Sabana Centro, se encuentra Gachancipá, un municipio que combina historia muisca, tradición campesina y naturaleza. Ubicado a unos 40 kilómetros de la capital y a 2.610 metros sobre el nivel del mar, este pueblo conserva un encanto rural que cada vez atrae más visitantes.
Su nombre tiene un significado especial: en lengua chibcha, Gachancipá quiere decir “alfarería del zipa”, expresión que recuerda el trabajo de los antiguos muiscas, quienes elaboraban cerámica y desarrollaban conocimiento astronómico y matemático en esta zona del altiplano cundinamarqués.
La historia oficial del municipio se remonta al 21 de septiembre de 1593, cuando fray Domingo de las Casas fundó la población en medio de las montañas. Siglos después, Gachancipá se reconoce como la “cuna de la astronomía chibcha”, gracias al hallazgo del calendario muisca y otros elementos de observación del cielo en una cueva cercana, investigación que adelantó José Domingo Duquesne durante la época de la Real Expedición Botánica.
Hoy, el municipio mantiene una economía basada en la agricultura, con cultivos de flores, hortalizas y frutales, además de ganadería y producción de lácteos. Su cercanía con Bogotá impulsó también el crecimiento industrial y comercial, lo que genera empleo sin perder el carácter tranquilo de pueblo.
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Qué se puede encontrar
Entre sus atractivos se destacan la iglesia de San Bartolomé, construida en el siglo XVIII, la plaza principal con casas de estilo colonial y los paisajes montañosos que rodean el casco urbano, ideales para el turismo de naturaleza.
Gachancipá también celebra fiestas en honor a San Bartolomé, donde se mezclan procesiones, ferias, gastronomía típica y actividades culturales que muestran el orgullo de una comunidad que cuida su memoria y abre sus puertas a quienes buscan un destino cercano, con identidad propia y aire puro.
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