Los sindicados son parte de un grupo familiar que retenía mujeres y las obligaban a sostener actos sexuales y a realizar labores domésticas.
En un trabajo investigativo realizado por la DIJIN y en colaboración de la Fiscalía General de la Nación, a través de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos y la Seccional Cundinamarca, se logró la captura de un grupo familiar señalado de buscar mujeres de Bogotá para obligarlas a realizar actividades sexuales con fines comerciales.
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Las víctimas, según las investigaciones, eran contactadas por medio de bares y redes sociales. Allí eran vinculadas a una comunidad virtual en la que se ofrecían servicios sexuales. Estas mujeres eran llevadas hasta los municipios de Funza, Mosquera, Madrid, Facatativá y otros pueblos de Sabana Norte y Centro para que sostuvieran encuentros íntimos.
En uno de los casos, presuntamente, una mujer fue retenida en una residencia y obligada a sostener encuentros sexuales. Además de esto, los sindicados le robaron su dinero y sus documentos de identidad, y fue obligada a realizar trabajos domésticos sin recibir alguna paga por esto.
La Fiscalía imputó a este grupo familiar conformado un hombre, sus dos padres y un conocido, por los delitos de trata de personas agravado. Estas personas son las siguientes:
- Juan Manuel Vargas Díaz, señalado de ubicar y convencer a las mujeres de integrar la comunidad virtual.
- Óscar Javier Vargas Laverde, padre de Juan Manuel. Sería el responsable de contactar y recibir directamente el dinero de los ‘clientes’.
- Emilce del Rocío Díaz Prieto, madre de Juan Manuel y esposa de Óscar Javier, es señalada de obligar a la víctima de trata de personas a cumplir trabajos domésticos sin remuneración.
- Kevin Pineda Naranjo, presunto encargado de recibir la mujeres contactadas para los servicios sexuales.
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