El vertimiento ilegal de aguas residuales y la acumulación de desechos sólidos afectan gravemente el río Neusa.
En una intervención de alto impacto realizada por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), con el apoyo del Ejército Nacional, se descubrió una alarmante violación de las normativas ambientales en dos restaurantes de la región.
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Los establecimientos fueron sorprendidos vertiendo aguas residuales sin tratamiento directo al río Neusa, lo que representa un riesgo significativo para el ecosistema y las comunidades cercanas.
Durante el operativo, los técnicos de la CAR constataron que uno de los restaurantes vertía aguas residuales domésticas sin ningún proceso de tratamiento previo.
Este vertimiento ilegal generó encharcamientos, malos olores y la acumulación de materia orgánica en las orillas del río, lo que deteriora tanto el agua como el suelo.
El segundo establecimiento también vertió directamente aguas servidas y acumuló peligrosos residuos sólidos en la ronda de protección del río. Encontraron botellas plásticas, neumáticos, tejas metálicas y otros desechos apilados de manera desordenada, lo que contribuyó aún más al daño ambiental.
Como respuesta a esta flagrante violación, la CAR impuso dos medidas preventivas urgentes: la suspensión inmediata de los vertimientos al río y la obligación de retirar los residuos sólidos de la zona. Estas acciones buscan frenar la contaminación y proteger el recurso hídrico de la región.
El incidente pone de relieve la necesidad de una mayor regulación y control en las prácticas del sector gastronómico, así como la urgencia de sensibilizar a los empresarios sobre la importancia de adoptar medidas responsables con el medio ambiente.levision.com
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